Qi
Gong': los 3 ejercicios orientales antiedad que mejoran tu vida
Los movimientos conocidos como 'fuente de la
juventud' que trabajan cuerpo y mente al mismo tiempo.
‘Qi Gong', tiene su origen en la medicina
tradicional china y los que la practican se refieren a ella como "la
fuente de la juventud".
¿Qué es el 'Qi Gong'?
El "Qi Gong" es una terapia con origen en
China con la que no solo se trabaja en el equilibrio y se mantiene el organismo
activo a diario, también ayuda a aportar calma y sensación de quietud a la
mente y reducir la presión arterial. Sus beneficios se han recogido en estudios
publicados por revistas especializadas como Medicine o el Evidence-Based
Complementary and Alternative Medicine y Joaquín Almería, pionero en la
práctica del "Qi Gong" terapéutico y experto en medicina tradicional
china, la describe como "una terapia basada en el control de la
respiración. Ayuda a eliminar las tensiones y el estrés, siendo un auténtico
caudal de paz que aporta salud y vitalidad.
El objetivo del "Qi Gong" consiste en
llenar al organismo de energía vital, denominada "Chi" o
"Qi", que se reparte por cada zona del cuerpo en sentido circular,
sin que se detenga o estanque, para mantener una buena salud: "La
finalidad de esto es que, al hacerlo, se abran los canales o meridianos por los
que circula nuestra energía vital permitiendo que ésta fluya de forma correcta,
y consiguiendo una sensación de calma, paz y equilibrio que beneficiará tu
bienestar emocional así como tu salud en general", apunta Almería. Como
último motivo para practicar a diario los 3 ejercicios que propone el
especialista, aquellos que lo hacen se refieren a ellos como la "fuente de
la juventud".
Los
3 ejercicios que conectan cuerpo y mente
1.
Despertar de energía interior: Para
empezar con este primer ejercicio se frotan las palmas de las manos hasta
calentarlas y, después, se separan entre sí como si sujetaran una bola de
energía. "La palma de la mano derecha estará arriba y la de la izquierda
abajo, sosteniendo la bola. Acariciamos la bola hasta poner la palma de la mano
izquierda arriba mirando a la palma de la mano derecha, abajo", explica el
especialista. A continuación, se posa la palma de la mano derecha sobre el
pecho y la de la izquierda sobre el abdomen y se realizan diez respiraciones
primero, para terminar, se intercambian ambas manos y se realizan otras diez
más.
2.
Espiral para no flaquear: El segundo
ejercicio comienza de pie con los brazos abiertos en cruz y las palmas de las
manos orientadas hacia abajo: "Pasa el peso al pie izquierdo a la vez que
realizas una espiral con el tronco, el brazo izquierdo y el brazo derecho. Para
ello, lleva el pulgar y el brazo izquierdos hacia arriba y hacia fuera (el
omoplato izquierdo bajará), y el brazo y pulgar de la mano derecha hacia abajo
y hacia atrás", apunta Almería. De esta forma se dibuja una forma espiral
con cada brazo: "Sigue con el tronco la espiral del brazo izquierdo,
mirando con atención la mano izquierda. Respira tres veces. Vuelve al centro y
realiza exactamente el mismo movimiento hacia la derecha".
3. Acopio energético y de serenidad: Por último, se
colocan ambas manos (la una sobre la otra) a unos cuatro centímetros del
ombligo y se mantienen ahí para sentir el calor que emana de la zona.
"Escucha la respiración sin intentar manipularla. Al espirar intenta
visualizar una bola de luz en el interior del centro de gravedad, una luz que
se expande ocupando el espacio que deja el aire que se va. Al inspirar
visualiza cómo entra el aire y la luz mengua sin desaparecer, para volver a
expandirse al espirar", detalla el experto.
El ejercicio se termina al visualizar la secuencia a
lo largo de diez respiraciones.
Fuente: Revista Digital Hola.com
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