10 minutos al día de meditación guiada para una mente en buena forma
Es una práctica que exige paciencia, constancia y dedicación.
Si se
practica con regularidad y según evidencias científicas, la meditación es útil
para mitigar los efectos del estrés y la ansiedad, para mejorar la
concentración y para agudizar nuestra memoria. Pero, además, esta práctica
tiene otros muchos efectos a nivel espiritual que no debes dejar de aprovechar.
La
meditación es una forma de entrenar nuestra mente a través del cual podemos
aclarar nuestros pensamientos, identificar sentimientos, sensaciones y
emociones nuevos y, así, alcanzar estados elevados de paz y relajación. Se
trata de una manera de introspeccionarnos para conocernos y conectar más con
nosotros mismos. Pero la meditación requiere paciencia: los beneficios y
resultados no aparecen después de las tres o cuatro primeras sesiones y,
además, no debes esperar ningún milagro. La meditación es, simple y llanamente,
una técnica gracias a la cual nos distanciamos del estrés y las preocupaciones,
aprendemos a disfrutar más del tiempo con nosotros mismos y saneamos nuestra
energía. Pero, para conseguirlo, es necesario dedicarle muchas sesiones, ser
disciplinado y confiar en el proceso.
¿Qué es la meditación guiada?
Se trata de
una iniciación a la meditación en la que, a través de sonidos, música e
imágenes que evocan sentimientos de relajación, conseguimos desconectar del
estrés y el ajetreo diario y conectar con nosotros mismos.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación guiada?
Nos ayuda
a combatir el insomnio. Cuando estás estresada o nerviosa, la calidad del sueño es mucho peor.
Tienes pesadillas, te despiertas a medianoche con frecuencia y no logras
conciliar el sueño. A través de la meditación puedes aprender a manejar tus
sentimientos y emociones, si la practicas con regularidad te será más fácil
descansar.
Reduce
los niveles de estrés acumulados a lo largo del día. En general, la meditación mejora el
estado general de nuestra mente y nos enseña a alcanzar la calma.
Mejorar
nuestra capacidad de concentración y de memoria. Cuando meditamos, aprendemos a vivir
el momento presente, a pensar en el preciso momento que estamos viviendo. Por
ello, nos ayuda a agudizar la concentración.
Nos ayuda
a desarrollar la inteligencia emocional. Una de las metas de la meditación –y que de hecho está
implícita en el propio proceso– es conocernos a nosotros mismos y saber
identificar nuestros sentimientos y emociones. Gracias a ello, somos más
empáticos y aprendemos a interpretar con mayor acierto los comportamientos y
actitudes de los demás.
Tiene efectos positivos sobre el sistema inmunológico. Estudios científicos aseguran que la meditación mejora la actividad del sistema circulatorio y digestivo y mejora nuestra intolerancia al dolor.
¿Quieres saber cómo empezar a meditar?
Dedicar unos
10 minutos al día a meditar puede aportarte grandes beneficios.
Se trata de
una técnica que recurre a la visualización o imaginación de un objeto con el
fin de relajarte. También pueden utilizarse un color que represente distintas
emociones.
Meditación
por toma de conciencia del cuerpo
Si quieres
poner en práctica esta técnica, puedes hacer uso de numerosos vídeos, audios o
podcast que puedes encontrar en Spotify o YouTube. A través de ellos, el sujeto
toma conciencia de las distintas partes de su cuerpo, centrando su atención en
cada una de ellas.
Meditación
guiada a través de la respiración
Prestar
atención a la respiración es una de las técnicas más efectivas para relajarnos.
El objetivo es aprender a controlarla para que así nuestro cuerpo y nuestra
mente entren en un estado de calma.