Según la tradición, la disciplina del qi gong nació y se desarrolló en monasterios budistas y taoístas, posiblemente como una derivación del milenario dao yin . Consistía en una serie de movimientos suaves, pero profundos para orientar la energía, y a veces imitaba actitudes animales: la tortuga deglutiendo, la golondrina volando, la serpiente doblándose, el pájaro estirándose, etcétera.
Vitalidad, longevidad, dominio de la mente. Se cuenta que el monje Da Mo, o Bodhidarma (470-546), célebre reformador del templo Shaolín e introductor del budismo mahayana, presentó una serie de ejercicios para mejorar la vitalidad de los monjes, llevándolos a lo que denominó camino del medio , para aliviarlos de los excesos de la vida ascética. En la misma línea, aunque más vinculados con fines terapéuticos, los monjes taoístas desarrollaron técnicas para lograr la longevidad física mediante la conservación de la energía interior. A esas corrientes se agregaron antiguas prácticas para el dominio de la mente, rescatadas por los seguidores del filósofo Confucio, que advirtió: "Primero debes estar tranquilo, luego tu mente podrá estar serena. Una vez que tu mente esté serena estará en paz. Sólo cuando estés en paz, serás capaz de pensar y progresar". El resultado de esta síntesis es el qi gong.
Generar y manejar la energía. " Qi se refiere al aliento vital, a la energía que anima a todo el universo y en particular al hombre. Gong se refiere al trabajo. Entonces, qi gong significa el trabajo sobre la energía vital ", explica Ana María Glassman, profesora de técnicas orientales y directora del Instituto Qi Gong de la Argentina. "El qi gong puede ser estático o dinámico, puede realizarse de pie o sentado, pero el objetivo es siempre el mismo: generar y manejar la energía tanto externa como interna."
Práctica hospitalaria. Se trata de fortalecer el cuerpo y remover las obstrucciones que impiden el flujo del qi para orientarlo al fin que se busca, sea terapéutico o espiritual. En realidad, para el pueblo chino todo es energía: los colores, la música, el aura que rodea nuestro cuerpo. Por eso, en los hospitales públicos se trabaja con qi gong como una forma de medicina más para sanar", aclara.
Ordenamiento. El qi circula por el cuerpo a través de canales y meridianos, nutre el organismo, lo defiende y lo limpia. Porque para que el organismo se mantenga saludable es necesaria la circulación del qi sin obstrucciones. Los bloqueos del qi pueden deberse a muchas causas: principalmente a la vida poco saludable, la alimentación deficiente, las infecciones, los accidentes y las tensiones emocionales. La práctica del qi gong supone un ordenamiento que permite regular el cuerpo, regular la respiración, regular la mente, regular el aliento y regular el espíritu.
Imitar a los árboles. En toda práctica de qi gong es importante estar firmemente apoyado. Esto significa estar equilibrado y con un contacto seguro con el suelo. "Se debe imitar a los árboles y echar raíces anchas y profundas. Es yi , la mente, la que permite que el qi eche raíces y se afirme en la tierra bajo los pies. Por eso la concentración y la relajación son tan importantes."
Ocho palabras para respirar. En realidad, la base del qi gong es la respiración consciente y existen ocho palabras para el manejo de la respiración que todo practicante debe tener en cuenta: sosiego ( jing ), suave ( xi ), profundo ( shen ), largo ( chang ), continuo ( you ), uniforme ( yun ), lento ( huan ) y delicado ( mian ).
"A veces pasamos por alto la importancia de la respiración. Sin embargo es la razón física ineludible de nuestra existencia, algo que nos mantiene vivos hasta el último suspiro", concluye Glassman.
UN EJERCICIO
Cerrar los ojos para empezar a abrir el ojo espiritual, que es la mirada del alma. Un silencio invade progresivamente el cuerpo, los oídos dejan de percibir el murmullo confuso que llega del exterior para descubrir el sonido interior. La respiración se hace cada vez más consciente a medida que se la hace transitar por las distintas partes del cuerpo. En cada sector la respiración se hace más y más profunda para purificar y sanar el mundo interior. Es un recorrido sin tiempo, con un ritmo que resulta desconocido para el ajetreo cotidiano. Ir volviendo poco a poco, abrir los ojos. La percepción ya no es la misma, cambió, enriqueciendo sonidos, colores, texturas y la presencia de otros seres.
Fuente: Diario La Nación
Espacio Deva, Escuela de Formación en Chi Kung y Tai Chi Chuan
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