A las personas fuertes les gusta utilizar las Artes Marciales para el combate y miden su nivel de destreza según la victoria o la derrota. (...) Esto es el colmo del Yang, el extremo de la dureza. Si uno se defiende empleando también la dureza el resultado será para los dos contrincantes el daño físico y la derrota. La maestría no consiste en eso.
Si mi adversario emplea la dureza, yo lo neutralizo usando la suavidad, el Yin. (...) Cuando las cumbres del Yin y el Yang se encuentran, el Yang es siempre derrotado.
Lao - Tze decía que la suavidad y la debilidad vencen a la dureza y la fuerza bruta. Por tanto permitidme decir que el estudiante de Tai Chi Chuan tiene que comenzar por aprender a "invertir en pérdidas". En su mas alto grado "invertir en pérdidas" produce justamente lo contrario y por consiguiente es fundamental para conseguir la posición de ventaja. (...)
Invertir en pérdida significa dejar que el otro nos ataque con fuerza mientras nosotros no empleamos la más mínima fuerza para resistir, sino que atraemos la fuerza del otro para luego desviarla. De esta manera la fuerza del otro pierde su efecto y se desvanece en la nada. (...) Esto es lo que los textos clásicos de Tai Chi denominan "interpretar la energía". (...)
Por tanto hay buenos motivos para llamar a este arte "el Gran Final".
El Tai Chi no solamente capacita a sus practicantes para neutralizar la dureza y la rapidez y ser entre los primeros de las Artes Marciales, sino también Fortalece a los débiles, cura a los enfermos, vigoriza a los debilitados y alienta a los tímidos.
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